Greensill: la fintech líder mundial en soluciones de capital de trabajo le apuesta a Chile inyectando más de CL$55.59MM
América Latina tiene muy pocas opciones de acceso a crédito. Greensill, una de las fintechs más importantes del mundo, entendió esta realidad y su presencia en Chile le apuesta a ser el aliado estratégico de las empresas que están buscando financiamiento justo.
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Esta Fintech, que tiene su oficina central en Inglaterra y cuenta con oficinas en 17 países, ha otorgado más de USD$163 billones en financiamiento a más de 10 millones de clientes y proveedores en más de 175 países, se ha especializado en apoyar a negocios B2B.
Greensill es consciente que cerrar un negocio es solo la mitad del proceso de venta para las pymes en Chile, pues estas empresas deben esperar a que se cumplan los términos o los plazos acordados para recibir su pago. Es por esta razón que, mientras se gestiona ese desembolso, cada negocio tiene que seguir pagando obligaciones que no dan espera, como los sueldos de los trabajadores y los impuestos.
Para imprevistos como estos Greensill ofrece Factoring Digital, una alternativa que cada vez se hace más relevante para las empresas en Chile que buscan que su capital siga en movimiento.
Greensill y sus programas para grandes compañías
Una de las mayores preocupaciones de las grandes empresas chilenas consiste en que sus proveedores, que en su mayoría son pymes, no cuentan con acceso a financiamiento y, en consecuencia, puede que no cumplan con los acuerdos comerciales establecidos. Esto hace que se tengan serios problemas, pues se afecta toda la cadena de valor y de producción.
Con el objetivo de evitar escenarios como este, Greensill les ofrece a las grandes compañías sus programas de Confirming SCF, en donde el pagador cede las facturas de sus proveedores a través de un tercero, permitiéndoles acceder a liquidez de forma anticipada. Esto potencia la cadena de valor y la relación con los proveedores, puesto que les abre la puerta a una alternativa de financiamiento sin endeudamiento.
"Todas las empresas merecen tener acceso a financiamiento justo, con el que se sientan realmente apoyadas y estén seguras de que creemos en ellas, en sus negocios y en su capacidad de cambiar el mundo", comentan.