Yo rechazo/Yo apruebo: Anne Traub y Francisca Sotta
La Directora Ejecutiva de la Fundación Niños Primero, cree que “el gran motor del malestar está en la desilusión”. A diferencia de su marido Matías Claro, de Grupo Prisma, quien se inclinó por el Apruebo, ella optó por el Rechazo.
“El gran motor del malestar está en la desilusión”. Anne Traub, abogada y MBA de la UC y directora ejecutiva de la Fundación Niños Primero tiene un diagnóstico: “Estamos llenos de promesas fallidas y expectativas que no se cumplieron”. “Se dijo que nuestro sistema de pensiones era un ejemplo mundial y que las personas se jubilarían con el 100% de su suedo, se prometió que el hijo universitario cambiaría el destino de la familia y que valía la pena endeudarse para que estudiara. El actual Gobierno dijo en su campaña los niños irían primero en la fila y, en los mandatos anteriores, se prometió un sistema de transporte que mejoraría la calidad de vida, pero resulta que personas que habitan en la periferia siguen demorándose dos horas en llegar a sus trabajos, con suedos bajos y además les suben el pasaje”, señala.
-Y ¿por qué rechazas?
-Soy una convencida de que estas injusticias sociales, que son muy dolorosas, se deben trabajar desde ya. Los diagnósticos están hechos, los cambios se generan con trabajo y mucha voluntad política. Hoy tenemos un Congreso súper fragmentado en que el interés superior de la gente está aplastado por caprichos políticos. Creo que partir de cero solo retrasa y trae más incertidumbre.
Hay varias urgencias, dice. Por ejemplo, descentralizar Chile y con presupuesto autónomo para las regiones; intervenir las familias con herramientas de apresto laboral y cuidado familiar; modernizar el Estado, evaluar programas sociales y reemplazar los mal evaluados; resolver el tema de las pensiones. “Hay muchas comisiones, expertos y documentos levantados. Pongamos mano a la obra a lo que ahí se ha dicho. Las reformas están a la mano, no necesitamos de una ¿nueva? Constitución”, asegura.
-¿Hay que reformar el sistema económico?
-El modelo trajo prosperidad y desarrollo a Chile, botarlo sería un error. Sin embargo, hoy necesita ajustes importantes, porque crecimos mucho pero también construimos un país desigual. Es tiempo de poner el foco en el origen de la desigualdad: la primera infancia. El Estado, la sociedad civil y las empresas somos responsables de darles a nuestros niños más vulnerables y sus familias las herramientas para tener más oportunidades. Aquí todos los ciudadanos tenemos que aportar en mejor trato, mejores sueldos, más empatía, más compromiso con las familias. También aumentar las donaciones. Debemos ser un país más filantrópico y no sólo actuar en momentos de catástrofe. No esperemos que sólo el Estado y las empresas resuelvan las necesidades de Chile.
Traub además es gerenta de Asuntos Corporativos de Grupo Prisma y está casada con Matías Claro, quien optó por el Apruebo.
-¿Por qué votan distinto?
-Lo primero, Matías ha sido valiente y ha actuado con convicciones siempre. Respecto de este plebiscito, compartimos diagnósticos. Ambos vemos que Chile necesita transformaciones relevantes que vayan en sintonía con las actuales necesidades de la gente, coincidimos en que algunos modelos se agotaron, en que nos falta escucharnos, darnos mejor trato y sobre todo mejorar el capital social del país, lo que solo ocurre apoyando a las familias más vulnerables y trabajando desde la primera infancia. Chile tiene una dura e injusta condena de cuna, lo que no es aceptable. Sin embargo, tenemos nuestras diferencias respecto de los caminos a seguir para llegar a ese país que ambos soñamos. Matías cree que Chile necesita una terapia país, en que desde los distintos sectores haya acuerdo, se fijen reglas mínimas y desde ahí logremos el rayado de cancha llamado Constitución. En cambio, mi postura es mucho más de ponernos a actuar. Me parece que vivimos llenos de diagnósticos y transitamos poco a la acción. De todos modos, estoy super disponible para colaborar desde mi experiencia en lograr tener una buena y enriquecedora discusión de cuál es el Chile que queremos hacia adelante.
-¿Ideas de constituyentes?
-Gente que se moviliza, activa y de gran pasión: Alejandra Mustakis, Sebastián Villarreal, Natalia González, Javiera Parada, Victoria Paz, Karla Rubilar, Sebastián Sichel, Claudia Pizarro, Fernando Arab, Soraya Said, Paulina Yazigi, Paz Garcés, Esperanza Cueto, ente tantos líderes positivos que hay en Chile.
-¿Te preocupa algo del proceso?
-Sí, que la gente no vea resultados pronto. La gente se motivó, se apasionó y creyó en que vienen mejores condiciones de vida y más oportunidades para sus familias. Por eso, muchas personas votan Apruebo. Me da susto que el proceso constituyente sea lento, poco efectivo, se entrampe en discusiones filosóficas y las promesas no se puedan cumplir. Chile no resiste más violencia y creo que la desilusión de nuestra gente puede ser explosiva. 
No lo dudó ni un minuto. La emprendedora Francisca Sotta (41), directora de Almaciguera Consultora, cuenta que el mismo 15 de noviembre, cuando se anunció el acuerdo por una nueva Constitución decidió que estará por el Apruebo. “Lo hice porque creo que Chile necesita un cambio. El estallido nos vino a mostrar que Chile no es el mismo de hace 40 años y que, por ende, necesitamos mayor representatividad de la ciudadanía en este caso en la Constitución”, dice la también directora de Sistema B. Y agrega: “Tenemos una gran oportunidad de co-crear el Chile del mañana, aquel país que nos enorgullezca dejar a nuestros hijo/as, nieto/as y generaciones futuras y para ello es necesario mirarnos a los ojos y escucharnos”.
Sotta nació y creció en Santiago, pero vive desde hace más de 10 años en Puerto Varas. Ahí se dedica a asesorar a distintas empresas en temas de sustentabilidad. Además es directora de la Corporación Niños de Puerto Varas, ONG cuyo foco es la protección de la infancia. Antes vivió en Quellón y en Curarrehue donde trabajó con los pehuenches.