Deuda de hogares sigue frenando la reactivación
Consumo privado se contraería durante los próximos cinco años en las economías desarrolladas donde consumidores estaban más apalancados.
Por: | Publicado: Jueves 5 de julio de 2012 a las 05:00 hrs.
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El desendeudamiento de los hogares está amenazando la recuperación en las economías avanzadas, a medida que los consumidores reconstruyen sus finanzas golpeadas por la recesión y por la corrección en el mercado de propiedades. Un estudio del Fondo Monetario Internacional realizó un llamado por una política que preste más apoyo a la reducción de la deuda de los hogares y ha identificado a Islandia -previamente considerada un caso emblemático de manejo financiero desastroso-, como un inesperado modelo a imitar. Pero las posibilidades de que otros sigan su ejemplo parecen escasas. Entre las economías desarrolladas, EEUU es la que más ha progresado en el desapalancamiento, pero en Reino Unido, España e Irlanda, por ejemplo, el pago de deuda se mantendría como una considerable restricción al consumo privado durante los próximos cinco años.
Subrayando la importancia de una recuperación en el consumo privado para las perspectivas de crecimiento general, el reciente Panorama Económico Mundial del FMI dedicó un capítulo al tema de la deuda de los hogares. El estudio concluyó que la recesión de los hogares en los países ricos ha durado más tiempo, y ha tenido un impacto negativo mayor en aquellos casos en que “fue precedida por una mayor acumulación de deuda de los hogares”. Estas recesiones tienden a provocar mayores caídas en el PIB real y en el consumo privado, mayor desempleo, y menor actividad económica por “al menos cinco años”.
Analizando cinco economías que experimentaron burbujas hipotecarias —EEUU, Reino Unido, Irlanda, España e Islandia— se advierte que compartían semejanzas en la situación previa a la crisis de 2008. Hubo grandes aumentos en los niveles absolutos de deuda de los hogares, al igual que alzas en los ratios deuda-ingresos y deuda-precios reales de viviendas, a medida que los consumidores excedían sus límites.
La voluntad de gastar
La caída en los mercados de viviendas y la recesión global tuvieron un dramático efecto sobre las finanzas de los hogares, y por extensión, el consumo privado. El imperativo de pagar la deuda restringe la capacidad y voluntad de los hogares para gastar, un problema agravado en algunos casos por la caída en el precio de las viviendas que dejó a los propietarios en situación de patrimonio negativo (valor del inmueble inferior al valor de la deuda). Nuestros datos sobre los ya mencionados países que sufrieron burbujas muestran que, salvo EEUU, todos registraron un crecimiento negativo del consumo anual promedio entre 2008 y 2011.
Para reducir el impacto del desapalancamiento en la economía, el reporte del FMI recomienda programas de reestructuración destinados a reducir la deuda de los hogares. En particular, el reporte destaca a Islandia como un modelo a imitar. Políticas que han tenido éxito en Islandia incluyen amortización de hipotecas para hogares con situación de valor patrimonial negativo, reestructuración voluntaria y apoyo para los pagos.
Nuestro pronóstico de consumo privado tiene esto en cuenta: la tasa promedio anual proyectada para el crecimiento del consumo en Islandia es de 2,6% en términos reales entre 2012 y 2016, la mayor para cualquiera de las cinco economías en cuestión. Dicho lo anterior, vale la pena notar que Islandia ya había completado un año de ajuste del consumo privado mayor que cualquiera de los otros países, tras una contracción de casi 15% en 2009.
¿Qué harán los gobiernos?
Las políticas innovadoras parecen poco probables en los otros cuatro países, aunque las perspectivas de recuperación son mixtas. El panorama es más positivo en EEUU. Está más adelantado en el proceso de desendeudamiento gracias a la característica única de sus préstamos hipotecarios garantizados, que en caso de impago, sólo recuperan el colateral, aunque no cubra el valor total de la deuda.
Los altos niveles de defaults pueden haber ayudado a liberar a los hogares antes para que volvieran a gastar (aunque a expensas de mayores restricciones financieras en los bancos). Más aún, comparado con las otras cuatro economías, el crecimiento del PIB y de los ingresos ha sido más robusto, mejorando los ratios de deuda y capacidad de pago. EEUU parece encaminado a recuperar tasas de crecimiento del consumo pre-crisis, y esperamos que los niveles de deuda-ingresos de los hogares se estabilicen. Por estas razones, nuestro pronóstico para el crecimiento del consumo privado en EEUU es mejor que en Irlanda, Reino Unido y España.
Aún así, probablemente se podría hacer más por acelerar la recuperación en EEUU. Un programa federal de modificación de préstamos hipotecarios no ha tenido gran impacto. La participación ha sido limitada y las rebajas en el monto principal de la deuda han sido menores. Con el actual bloqueo en el congreso es muy improbable que se apruebe algún nuevo esquema para resolver el problema de la deuda.
Irlanda, en cambio, aún tiene que avanzar en el desapalancamiento antes de que pueda volver a patrones de consumo previos a la crisis. Cifras recientes del banco central muestran que existen más de 77 mil préstamos hipotecarios con más de tres meses de retraso. La magnitud de la crisis hipotecaria ha “abrumado” a los bancos. Esto sugiere un serio lastre para el crecimiento económico en los próximos años, a medida que los hogares siguen pagando sus deudas. El gobierno ha anunciado intenciones de lanzar un plan de quiebras personales, pero es poco probable que se autoricen amortizaciones de deuda relevantes, al menos no de la magnitud necesaria para acelerar el regreso de los consumidores a sus conductas de gasto normales.
Esta incapacidad para afrontar la deuda de los hogares explica en parte nuestro pronóstico de que el consumo privado en Irlanda, ajustado por inflación, arrojará un crecimiento promedio negativo durante los próximos cinco años.
Analizando cinco economías que experimentaron burbujas hipotecarias —EEUU, Reino Unido, Irlanda, España e Islandia— se advierte que compartían semejanzas en la situación previa a la crisis de 2008. Hubo grandes aumentos en los niveles absolutos de deuda de los hogares, al igual que alzas en los ratios deuda-ingresos y deuda-precios reales de viviendas, a medida que los consumidores excedían sus límites.
La caída en los mercados de viviendas y la recesión global tuvieron un dramático efecto sobre las finanzas de los hogares, y por extensión, el consumo privado. El imperativo de pagar la deuda restringe la capacidad y voluntad de los hogares para gastar, un problema agravado en algunos casos por la caída en el precio de las viviendas que dejó a los propietarios en situación de patrimonio negativo (valor del inmueble inferior al valor de la deuda). Nuestros datos sobre los ya mencionados países que sufrieron burbujas muestran que, salvo EEUU, todos registraron un crecimiento negativo del consumo anual promedio entre 2008 y 2011.
Para reducir el impacto del desapalancamiento en la economía, el reporte del FMI recomienda programas de reestructuración destinados a reducir la deuda de los hogares. En particular, el reporte destaca a Islandia como un modelo a imitar. Políticas que han tenido éxito en Islandia incluyen amortización de hipotecas para hogares con situación de valor patrimonial negativo, reestructuración voluntaria y apoyo para los pagos.
¿Qué harán los gobiernos?
Las políticas innovadoras parecen poco probables en los otros cuatro países, aunque las perspectivas de recuperación son mixtas. El panorama es más positivo en EEUU. Está más adelantado en el proceso de desendeudamiento gracias a la característica única de sus préstamos hipotecarios garantizados, que en caso de impago, sólo recuperan el colateral, aunque no cubra el valor total de la deuda.
Aún así, probablemente se podría hacer más por acelerar la recuperación en EEUU. Un programa federal de modificación de préstamos hipotecarios no ha tenido gran impacto. La participación ha sido limitada y las rebajas en el monto principal de la deuda han sido menores. Con el actual bloqueo en el congreso es muy improbable que se apruebe algún nuevo esquema para resolver el problema de la deuda.
Esta incapacidad para afrontar la deuda de los hogares explica en parte nuestro pronóstico de que el consumo privado en Irlanda, ajustado por inflación, arrojará un crecimiento promedio negativo durante los próximos cinco años.