El cara a cara entre Jeannette von Wolfersdorff y Christoph Schiess: "Así como lo hace con el mercado, a mí también me desafía"
Ambos profesionales con experiencia en el mundo de la economía y negocios, hablan de emprendimiento, de cómo hacer mejores empresas -más sustentables-, y del rol que juega cada uno.
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No fue fácil convencer a Christoph Schiess y a Jeannette von Wolfersdorff dar esta entrevista. "Veamos qué dice Jeannette", explicaba él. Finalmente accedieron. Y para ponernos de acuerdo en algunas cosas –como los requerimientos de cuidado por el Covid-19 y asegurarnos del distanciamiento adecuado– armaron un chat, al que ellos bautizaron "DFMAS", con un emoticón de corazón y otro de la bandera de Chile. "Es eso precisamente lo que nos mueve a dar esta entrevista juntos: el amor por Chile, por el emprendimiento y por hacer de este un mejor país", señala el presidente de Tánica, de IGneous y Endeavor. Es la primera vez que hablan juntos, como dupla, a la prensa. Y la primera que lo hacen desde su casa.
Hacerse cargo
A las 11:30 am del viernes, Christoph Schiess aparece por el portón de su hogar.
Saluda amablemente y, mientras lo hace, presenta a Oreo y Yuya, las dos alpacas que viven con ellos hace dos años. "Las trajimos de Panguipulli. Son una maravilla", asegura mientras les hace cariño en el pelo de su cuello.
Una vez dentro, cuentan que por coincidencia en diciembre transformaron el living de su casa en un cowork: habilitaron la mesa de comedor como escritorio en donde cada uno instaló su computador y una serie de cuadernos y lápices. Al fondo, quedó el sillón con la televisión en la que sagradamente ve películas los viernes en la noche junto a sus tres hijos. Desde ahí trabajan intensamente cada día: él en sus proyectos de emprendimiento y labores de director de empresa, ella, en las múltiples tareas del Observatorio, que requieren mucha investigación económica, comparación de información y análisis de datos de centros internacionales, como la OCDE. Sus jornadas empiezan muy temprano y terminan tarde. "A todos nos ha pasado que en pandemia estamos trabajando más", explican.
Nos sentamos en la terraza, justo delante de un asser japonés que todas las navidades lo transforman en árbol de pascua. "Es muy simbólico. La extensión de las ramas representa cómo deben expandirse las ideas y redes de emprendimiento", asegura el empresario mientras tomamos asiento. Al otro lado del jardín se ve una lavadora desarmada. Explican que es la última entretención de Christoph con su hijo: cablear y jugar a las tuercas. También se ve un columpio colgado a un árbol.
-¿Cómo han vivido esta crisis sanitaria, los Schiess?
-J.V.: Lo primero, no somos los Schiess. Somos Schiess Wolfersdorff (ríe).
-C.H.: ¡Ah siii! Eso es muy importante (ríe también).
Entre las cosas que suelen conversar en las noches, hay un tema que principalmente inquieta a Jeannette: el modelo económico nacional, la poca transparencia, los oligopolios, la meritocracia, el "club" de amigos con que opera el país y la falta de datos para medir el progreso de las empresas y del mercado en general. Sus columnas, entrevistas y propuestas no han pasado desapercibidas – en todo sentido. Y en más de una ocasión, le han llegado comentarios a su marido: empresarios y emprendedores que le han comentado a Christoph Schiess acerca de las ideas de su mujer. Felicitando, comentando o cuestionando. "Yo siempre les respondo, 'bueno, díganselo ustedes. Ella no muerde'", cuenta Schiess.
"Después de una entrevista, me acuerdo que un presidente de un gremio -que suele escribir columnas en los medios- me dijo: '¿Y qué opina tu marido de todo esto' Dejándome en claro que mis comentarios desafiaban al sector.
-¿Qué respondiste?
-JV: Que debatimos mucho sobre concentración de riqueza, sobre movilidad social, sostenibilidad, o cómo las generaciones antiguas bloquean a los jóvenes, - que hablamos sobre la falta de diversidad en los directorios... de todo esto. Escucho mucho la opinión de Christoph, y converso con él antes de publicar las columnas, de dar una entrevista...
Movilidad social y herencia
Christoph y Jeannette se conocieron en el aeropuerto de Buenos Aires. "Ella venía a hacer su práctica laboral a Chile (al Dresdner Bank), y yo volvía de un viaje de negocios", cuenta el empresario. "Me costó mucho convencerla que se viniera a Chile, porque trabajaba en un banco de inversión del Gobierno Alemán y su misión ahí era el mercado financiero de África, lo que le apasionaba mucho", cuenta él.