Familia Edwards vende campos en el sur y tasa su isla
El clan ya enajenó cuatro paños en Futrono y tiene dos más para la venta, uno de ellos denominado Fundo Corrales, de 650 hectáreas. El objetivo es potenciar el negocio de cerezas en Doñihue.
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Como suele ser, bajo absoluta reserva, la familia Edwards movió sus fichas en una de sus principales áreas de inversión: la agrícola y ganadera. El clan, dueño de El Mercurio, decidió poner en venta una serie de terrenos en el sur de Chile. Son parte de la herencia que dejó Agustín Edwards Eastman, quien falleció el 24 de abril de 2017 a los 89 años. El empresario dejó un cuantioso patrimonio, junto con una serie de propiedades, principalmente campos destinados a la agricultura, la ganadería y la crianza de caballos.
De todas las propiedades, el clan decidió desprenderse de seis, todas en la zona de Futrono, en la Región de Los Ríos, las que suman aproximadamente 860 hectáreas. Cuatro ya fueron vendidas y dos aún tienen colgado el cartel "se vende": una propiedad de 74 hectáreas y otra de 650 hectáreas. Esta última se conoce como Fundo Corrales.
Las propiedades son parte del campo principal de Agrícola Santa Isabel, que suma más de 5.400 hectáreas. Ahí la familia tiene ganado de engorda y un ya mítico criadero de caballos. Esa parte corresponde al Fundo Loncopán -parte del patrimonio del clan también- y no se vende, explican cercanos a la familia.
El gusto de Edwards Eastman por los caballos viene de familia. Pero, a diferencia de sus antecesores, hizo grandes esfuerzos por desarrollar "la raza chilena", un linaje hípico que llevaría a Chile a ser destacado a nivel internacional. Fue esta labor que lo llevó a presidir la Federación de Criadores de Caballos Chilenos por más de dos décadas.
El Criadero Santa Isabel remonta su historia al año 1882, cuando Agustín Edwards Ross adquiere a Ignacio Díaz Valdés el reproductor Guante I, potro nacido en 1867, según se destaca en su página web. Desde 1998 a la fecha, el plantel se encuentra en Futrono, con un seleccionado plantel de 50 yeguas de crías.
La familia es muy reconocida en la zona, por lo que la venta de algunos de sus campos generó ruido. Según varias fuentes consultadas, los paños que se optaron por enajenar son retazos del fundo principal y -según personas del círculo Edwards- eran poco prácticos por lo lejano que está uno de otro.
Se fijó un valor de $ 11 millones por hectárea, sin distinción, con lo cual el clan podría recaudar casi US$ 14 millones una vez que haya vendido todas las propiedades.
A cargo del proceso está la oficina Property Partners Campos, liderada por José Antonio "Tono" Iturrate, quien -según la página web de la firma de intermediación- vende las propiedades más exclusivas en el sur de Chile.