Éxodo de riqueza arruina el atractivo de Chile en Wall Street
Mientras que el Presidente Gabriel Boric insta a redistribuir la riqueza que producen los chilenos, el dinero sigue saliendo del país, aunque a un ritmo más lento que antes.
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Chile, la economía más destacada de América Latina durante la mayor parte de los últimos 50 años y un niño mimado de Wall Street, se enfrenta a un dilema existencial en muchos aspectos.
Su Constitución inspirada en Milton Friedman todavía estáintacta, por ahora. Pero prácticamente dondequiera que se mire, los pilares del sistema de libre mercado del país —desde las pensiones y la salud privadas hasta la carga tributaria a las grandes empresas— están bajo ataque tras la elección de su presidente más izquierdista en décadas.
Esto está teniendo un efecto escalofriante en la clase adinerada del país.
Desde el tercer piso de un amplio edificio de vidrio en el próspero barrio El Golf de Santiago, Juan Ignacio Correa, socio de la oficina multifamily Avante, rememora que muchos de sus clientes solían mantener hasta el 70% de su patrimonio en activos locales y sólo el 30% en el extranjero, una proporción inédita en otros lugares de la región y una muestra de confianza en el modelo económico del país. “Diría que hoy, justamente es al revés”, dijo Correa. “Básicamente porque se produce un temor de lo que está pasando acá en Chile”.
El cambio en el nivel de confianza es tan abrupto que, si no se controla, pone a Chile en riesgo de enfrentar problemas como destino de inversión latinoamericano similares a los de Brasil, México o Colombia, o incluso convertirse en un paria del mercado como Argentina y Venezuela. Desde que millones de chilenos setomaron las callesen 2019 para protestar por la enorme desigualdad —una de las deficiencias más evidentes del sistema actual— y exigir cambios en las políticas de libre mercado, los inversionistas han sacado más de US$50.000 millones del país, según datos del banco central hasta septiembre. Eso equivale a aproximadamente una sexta parte de la producción económica anual de Chile.
Mientras que el Presidente Gabriel Boric insta a redistribuir la riqueza que producen los chilenos, el dinero sigue saliendo del país, aunque a un ritmo más lento que antes. Dado que el país se ve enfrentado a una combinación sin precedentes de agitación económica, social y política, los observadores dicen que la fuga de capitales limitará significativamente la capacidad de Chile paraseguir siendo la fuerza económica dominante en la región que alguna vez fue.
Estamos en “un nuevo estado donde el inversionista o la familia o la empresa ve su nueva realidad, con riesgos más altos, una economía vulnerable y un escenario político enredado. Eso queda de manera permanente”, dijo Sergio Lehmann, economista jefe del banco Bci. “Tienes una menor tasa inversión y, por lo tanto, un crecimiento a largo plazo más bajo”.