Inflación para los más pobres fue menor que para los más ricos
La brecha entre ambos grupos se redujo durante la segunda mitad del año, según la UDD.
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La inflación general anotó un aumento de 2,7% en 2016, pero la variación tuvo matices de acuerdo a los ingresos de las familias.
Según un estudio de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad del Desarrollo (UDD), en el primer quintil (Q1) que corresponde al 20% de los hogares de más bajos ingresos, la inflación alcanzó 2,6% a diciembre, impulsados por una baja o nula variación en los precios de los bienes y servicios más importantes para este segmento: alimentos y bebidas no alcohólicas (-1,4%), bebidas alcohólicas y tabaco (-0,6%) y vivienda y servicios básicos (0,1%).
El alza fue un poco más alta en el caso del 20% más rico de la población, ya que el IPC fue de 2,8% en doce meses, con un comportamiento mixto para los precios y servicios más importantes del quintil (Q5): transporte subió 1,3%, restaurantes y hoteles lo hizo en 0,6%, mientras equipamiento y mantención del hogar registró una nula variación, al igual que educación.
Los hogares del segundo quintil cerraron 2016 con una inflación de 2,5%, en el tercer quintil fue de 2,6% y para el cuarto quintil llegó a 2,6%.
La brecha de la inflación entre los más pobres y los más ricos se fue ajustando a partir de la segunda parte del año y muestra una importante reducción respecto al 2015, ya que ese año el IPC del 20% de los hogares más pobre alcanzó 5,1% frente al 4,1% de los más ricos.
En 2016, el salario mínimo real ajustado por la inflación relevante del 20% creció 3,8%, mientras las remuneraciones reales promedio 0,93% entre enero y noviembre del año pasado.