Finalmente para el 4 de julio a las 9 de la mañana quedó fijada la formalización de Carlos y Claudio Rodríguez Flores, dueños de la empresa de inversiones Rodríguez & Asociados, acusada de una presunta estafa piramidal, causando perjuicios por
US$ 30 millones a casi 300 clientes.
A fines de mayo los hermanos Rodríguez decidieron autodenunciarse ante el Ministerio Público tras no poder seguir pagando las utilidades a los clientes. Según lo declarado en la Fiscalía, las malas inversiones de años no fueron transparentadas a los clientes, lo que sumado a la desconfianza por los casos de AC Inversions y Arcano, generó el colapso.