Argentina usará reservas del Central para garantizar pagos en 2010
El uso de US$ 6.569 millones busca dar una señal a los mercados de que el país cuenta con los fondos para afrontar los pagos.
El Gobierno argentino anunció hoy que tomará US$ 6.569 millones de las "reservas excedentes" del Banco Central para dar señales de que cuenta con fondos suficientes para afrontar pagos de la deuda soberana el año próximo.
La medida busca que "no haya ninguna duda" de la capacidad de pago del país, así como dar "un máximo nivel de certeza" a los mercados, dijo el ministro de Economía, Amado Boudou, en un acto público junto a la presidenta argentina, Cristina Fernández.
Boudou explicó que las reservas del Banco Central que se tomarán como previsión para el pago de deudas en 2010 a acreedores privados y organismos multilaterales de crédito pasarán a formar parte de un "Fondo del Bicentenario" dentro de la política de "desendeudamiento" que lleva adelante el Gobierno.
Destacó que el Banco Central tiene "reservas excedentes" por US$ 18.000 millones dentro del total de US$ 47.540 millones en manos del instituto emisor, con lo que los fondos reservados a pagos de la deuda en 2010 representan una pequeña parte.
"Esto asegura el procedimiento de crecimiento de Argentina y potencia la capacidad del sector privado a endeudarse a tasas más bajas", aseguró el ministro de Economía.
"Va en el mismo sentido de la vuelta de Argentina a los mercados internacionales (de crédito), pero de una forma inteligente bajando el costo de la deuda", matizó luego de apuntar que el año próximo será "muy bueno" para este país suramericano.
Por su parte, Fernández anunció que Argentina logrará este año un superávit comercial por US$ 15.727 millones, "cifra récord" que resulta un 32% mayor que la de 2008.
"Luego de haber pagado US$ 10.000 millones" al Fondo Monetario Internacional (FMI) en 2006 "hemos más que sextuplicado como nunca en la historia de Argentina las reservas del Banco Central, que es patrimonio de todos los argentinos", aseguró la mandataria.
La semana pasada, Argentina inició las tramitaciones para llevar adelante la refinanciación de bonos en mora por unos US$ 20.000 millones, en manos de acreedores que rechazaron el canje de 2005, que puso fin al cese de pagos de 2001.