Región Andina: mercados expectantes
César Pérez Novoa
Durante abril fueron varios los elementos que movieron a los mercados en los países de la Región Andina, particularmente en Chile, Perú y Colombia.
En el caso del primero, a pesar de los vientos en contra –como un débil entorno macroeconómico y la aprobación de la reforma laboral–, el aumento en el precio del cobre ayudó a las acciones chilenas a reportar algunas ganancias. Es más, el IPSA subió más del 8% durante los primeros cuatro meses de 2016.
Pero este contexto podría revertirse, precisamente producto del debate que abre la nueva situación de la reforma laboral, luego de que el Tribunal Constitucional invalidara parte de sus aspectos centrales, impulsando a la autoridad a recurrir al veto. Esto último podría poner presión adicional sobre el gobierno en un momento en el que intenta promover reformas adicionales orientadas al crecimiento económico y la productividad.
De hecho, en Chile, todavía faltan catalizadores y los riesgos económicos parecen ir en aumento, factores que inciden significativamente en su mercado bursátil.
Para Perú, en cambio, el escenario es más favorable. Tras el resultado de la primera vuelta presidencial, en la que ganaron dos candidatos promercado, ese país una vez más mostró el mejor comportamiento del mercado en la Región Andina, con el Índice General de la Bolsa de Valores de Lima subiendo 15% durante abril.
Otro punto que es preciso destacar es que Perú ha concretado una gran mejora en la liquidez y en regulaciones que inclinan la balanza para que el mercado permanezca como emergente.
No hay que olvidar tampoco que en ese país se ha dado un impulso a la confianza del consumidor y a los negocios, lo que se suma a que han mejorado las estimaciones del PIB durante los últimos días. Solo un dato adicional: durante el primer trimestre de este año, el crecimiento económico de Perú fue de un 4,42%.
En cuanto al escenario de Colombia, las expectativas también podrían elevarse, considerando que las acciones que se transan en ese país experimentaron otro buen mes de abril, con el índice Colcap saltando un 6% en dólares estadounidenses, a lo que se suma un cambio de gabinete (que excluyó a los ministros del área económica) orientado a sentar las bases para un futuro acuerdo de paz con las FARC.
A nivel más macro, la economía colombiana continúa desacelerándose. Si bien lo ha hecho de manera ordenada, no ha tocado fondo, por lo cual no sería extraño que la ralentización permanezca durante este año.
Las valoraciones menos atractivas, una reforma tributaria pendiente y un acuerdo de paz (cuyo plebiscito está previsto para septiembre) son los hitos que el mercado colombiano necesita digerir para lograr visibilidad en 2017.
En conclusión, el fuerte repunte de la renta variable experimentada en lo que va del año en América Latina no hace más que evidenciar que los fundamentos económicos de los países comenzarán a desempeñar un papel más relevante sobre una mayor rentabilidad en los mercados bursátiles.