Dólar y petróleo: ¿Un juego de suma cero?
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El mundo está ingresando en 2015 en una nuevo ciclo económico, que está cambiando rápidamente las condiciones para los jugadores globales. La drástica caída en los precios del petróleo y el continuo declive en el valor de los alimentos inyecta nuevo dinamismo al consumo, liberando recursos que los hogares podrán gastar en otras cosas.
Las menores presiones inflacionarias permitirán a los bancos centrales aumentar o prolongar sus políticas expansivas. Y la caída del petróleo está presionando un alza mundial del dólar, que aporta más dinamismo a los exportadores locales.
La otra cara del juego es que el desplome de las materias primas golpea a los países productores y aumenta el riesgo de deflación en Europa, Japón y otros mercados.
La subida del dólar, en tanto, encarece las importaciones, y contrarresta la caída de los precios, incluyendo, en muchos casos, la de los alimentos. Y a medida que algunas divisas locales se hunde, ya están surgiendo señales de una contienda de devaluaciones competitivas.
Cómo van a conjugarse estas dos fuerzas en los próximos meses será determinante para saber si estamos entrando en un juego de suma cero o si el balance final será positivo para la economía mundial.