Más competencia, más ganadores
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Lo hay, en efecto. Y la instalación en forma más permanente en Chile de una empresa como Amazon —la tercera de más valor en la bolsa de Wall Street hasta ayer y la número 1 en el rubro del e-commerce a nivel mundial— debe ser vista como una oportunidad para reafirmar la convicción de que la libre competencia y los mercados abiertos son la ruta al desarrollo.
Como este diario ha informado en diversos artículos, los competidores chilenos de Amazon en el retail ya están diseñando estrategias y asignando recursos para adecuar sus operaciones a lo que, sin duda, será un desafío de proporciones para el sector. Habrá más competencia por tener mejores productos y mejores precios; por llegar antes, más lejos y a más clientes; por captar consumidores y mantener su lealtad. Los chilenos ya conocen las ventajas de que las empresas compitan por sus preferencias en mercados con reglas claras.
Esto último implica que existe también un desafío para el país, cuyas instituciones deben mostrarse a la altura de las exigencias competitivas y normativas de la nueva economía. La necesidad de establecer nuevos criterios y regulaciones frente al auge del e-commerce se suma a fenómenos como las criptomonedas, los impuestos digitales y la ciberseguridad, entre otros, que imponen nuevos paradigmas (y que la siempre pendiente modernización del Estado vuelve aun más complejos).
Bien conducidos, estos procesos ayudarán tanto a los actores privados como públicos a navegar mejor en la era de la disrupción tecnológica.