Última licitación de nuevos afiliados a las AFP
Hoy comienza el fin de una era. Durante la jornada se presentarán las ofertas que darán pie a la última licitación de cartera de nuevos afiliados al sistema de AFP, al menos como la conocíamos hasta hoy. Un concurso que tuvo su origen en la reforma previsional de 2008 y que será reemplazado por una nueva modalidad de subasta: la licitación de stock de usuarios, uno de los pilares de la reforma previsional aprobada recientemente por el Congreso, que comenzará a regir el año 2027. ¿La gran promesa? Lograr menores comisiones y mayor competencia.
Lo anterior viene de la mano de enormes desafíos para el sistema de AFP, pero antes de mencionarlos, vale la pena detenerse en los efectos de la licitación de cartera que ha llevado adelante la Superintendencia de Pensiones por casi dos décadas, con similares objetivos. En los ocho concursos realizados, tres AFP han resultado ganadoras: Modelo, PlanVital y AFP UNO, con impactos relevantes en materia del abanico de opciones de precio que cobra la industria. La primera subasta se la llevó Modelo con una comisión de 1,14% (2010), pero la más baja se logró en el lapso 2016-2018, cuando PlanVital ofertó 0,41%.Asimismo, este mecanismo permitió la llegada de nuevos actores (Modelo y UNO). Hoy una de ellas, la administradora controlada por la familia Navarro, llegó a convertirse en la AFP con el mayor porcentaje de afiliados al sistema previsional local (23,6%).
Con estas cifras el esquema de licitación de afiliados que rige hasta hoy cumplió con su expectativa, tanto de presionar a la baja los cobros de cara a los afiliados, como permitir la entrada de nuevas entidades al sistema. Así es como el fin de este ciclo supone un desafío importante al modelo que lo sucederá en los próximos dos años y que tiene fervientes defensores y detractores. En lo inmediato, los expertos y posibles entrantes desde ya comparten la necesidad de poner énfasis en una correcta implementación, proceso que será clave para maximizar los beneficios y reducir eventuales riesgos. El propio superintendente, Osvaldo Macías, en este mismo medio ha señalado la relevancia de que este proceso salga “perfecto”, lo que implica diseñar el sistema completo, desde la aleatoriedad, el proceso de evaluación de las administradoras, el traspaso de carteras, hasta la plataforma para que las personas puedan manifestar su voluntad de no cambiarse de AFP, si así lo prefieren.
Simplemente no hay espacio para la prueba y error. Y no se trata solamente de lograr la perfección a nivel técnico, si no de los objetivos y promesas de fondo; ahorros y beneficios que hoy pocos se atreven a estimar.